“Crónica de un misterio: El Caso de Eom Hyun-ah”

El 5 de noviembre de 2003, en Pocheon-si, Gyeonggi-do, la tragedia golpeó cuando Eom Hyeon-ah, una estudiante de segundo año de secundaria, fue asesinada. El caso, conocido como el “Asesinato del esmalte de uñas” debido al esmalte rojo encontrado en las uñas de la víctima, comenzó con Eom jugando en la casa de un amigo después de la escuela. Alrededor de las 6 p.m. se dirigió a casa, pero nunca llegó. A las 6:20 p.m. había contactado a su madre diciendo que llegaría pronto, pero a las 9 p.m. aún no había regresado y su teléfono celular estaba apagado.

La madre de Eom, angustiada por la desaparición de su hija reportó el incidente a la policía. La ruta habitual a casa era de solo 800 metros, un camino familiar que ahora se llenaba de preocupación y misterio. La policía inicialmente trató el caso como una posible fuga, accidente de tráfico o secuestro, pero ninguna de estas teorías tenía sentido dado el comportamiento previo de Eom y su relación con su familia.

La investigación tomó un giro cuando, 23 días después, se encontraron pertenencias personales de Eom a 7.4 km de su hogar. Entre los objetos había una mochila escolar y una libreta con su nombre parcialmente destruido, lo que indicaba un intento de ocultar su identidad. El 22 de diciembre, 47 días después de la desaparición, se encontraron el teléfono celular y el calzado en un montón de basura con el teléfono desmontado, sugiriendo un esfuerzo por evitar el rastreo de la ubicación.

Este hallazgo transformó el caso en una investigación de crimen violento, con la policía y los padres de Eom tomando medidas activas para resolver el misterio. La disposición de las pertenencias de la chica exhibidas de manera que parecían burlarse de la investigación policial, apuntaba a un crimen cuidadosamente planeado y ejecutado con malicia.

Basado en los elementos descubiertos, es evidente que el perpetrador planeó el crimen con meticulosidad y mostró rasgos psicopáticos. Conforme se hallaban las pertenencias de Eom y su ausencia se prolongaba, las esperanzas de encontrarla con vida disminuían. La policía intensificó la búsqueda considerando que algo grave pudo haberle ocurrido. En febrero de 2004 la comisaría de Pocheon amplió el equipo de investigación y solicitó la ayuda del ejército para buscar en la zona donde desapareció.

La búsqueda se centró en las montañas cercanas a la escuela y su casa, así como en las colinas de Pocheon y las áreas circundantes. Finalmente, el cuerpo de Eom fue encontrado en un canal agrícola, 96 días después de su desaparición. El cuerpo estaba desnudo, exceptuando la corbata de su uniforme escolar, y en una posición decúbito lateral con las uñas de manos y pies pintadas de rojo, un detalle inusual ya que ella no solía usar esmalte y las reglas de su escuela lo prohibían.

La autopsia reveló que el esmalte fue aplicado post mortem y no se encontraron signos de ataduras o estrangulamiento. La causa de muerte de la adolescente no pudo determinarse con precisión debido al avanzado estado de descomposición de la parte superior de su cuerpo. Sin embargo, la parte inferior estaba intacta y las pruebas de semen resultaron negativas, lo que sugiere que el asesinato no fue motivado por una intención de violación. La ausencia de su uniforme, ropa interior y medias, con la excepción de la corbata de su uniforme, llevó a los perfiladores a teorizar que el asesino pudo haberse llevado estas prendas como trofeos. Esto indica la posibilidad de que el perpetrador tenga tendencias sexuales desviadas, obteniendo placer al contemplar los objetos personales de Eom y rememorando el acto criminal.

Las pistas clave incluían una caja de TV y herramientas agrícolas, pero la policía no pudo rastrear al propietario de la caja y el dueño de las herramientas afirmó haberlas perdido meses antes. A pesar de encontrar un condón y papel higiénico con semen cerca del lugar del hallazgo, no se estableció conexión con el caso. Se investigó la compra de esmalte de uñas pero no condujo a ninguna pista sólida. La policía también consideró que el culpable pudo haber usado un vehículo para secuestrar y deshacerse del cuerpo, pero no se encontraron pruebas concluyentes. Con el paso del tiempo y sin avances significativos, el caso fue catalogado como “sin resolver”.

16 años después

Dieciséis años después del trágico caso, un avance surgió gracias a un intento de secuestro similar por parte de un individuo que parecía ser el mismo criminal. La persona que logró escapar de ese intento encontró la valentía para presentar un informe. El 31 de octubre de 2003, una víctima que vivía fuera de Pocheon fue seguida por un automóvil blanco al llegar a la ciudad. El conductor del vehículo, que esperaba en una zona industrial, se ofreció a llevarla. A pesar de su reticencia inicial debido a la proximidad de su destino, la actitud intimidante del conductor la convenció de aceptar la oferta. Durante el trayecto, el conductor preguntó por la edad de la víctima y, tras llegar al destino, no se detuvo, insistiendo en continuar el viaje y sugiriendo tomar un té en el Komori Cafe. La víctima intentó bajarse del coche, momento en el cual el conductor detuvo el vehículo y huyó.

La víctima, demasiado asustada para denunciar el incidente inmediatamente, regresó a casa y una semana después se percató de una pancarta sobre la desaparición de la adolescente lo que la llevó a sospechar que el conductor podría estar involucrado. Basándose en la memoria de la víctima y con la ayuda de la hipnoterapia, se creó un retrato hablado y se obtuvieron más pistas. Se recordó que en el vehículo había una bolsa de cuero y un jersey caqui, y que el conductor tenía las uñas pintadas con esmalte transparente, piel clara y dedos delgados. El número de matrícula del automóvil se recordó parcialmente como 735X.

Como dato extra se especula que el sospechoso era un pintor en una fábrica de automóviles y si esta persona es realmente responsable del asesinato de Eom Hyun-ah podría aclarar por qué el esmalte encontrado en las uñas de la víctima no coincidía con ningún producto disponible comercialmente. Es posible que lo que se usó no fuera esmalte de uñas convencional, sino más bien algún tipo de pintura automotriz.